El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo, con una historia milenaria y un comercio global en constante crecimiento. Su producción involucra distintos procesos que varían según la región y el tipo de té. A continuación, se presenta una visión detallada sobre su origen, métodos de producción y su comercialización a nivel mundial.
El té tiene su origen en China, donde según la leyenda fue descubierto por el emperador Shen Nong alrededor del 2737 a.C. Se dice que accidentalmente algunas hojas de té cayeron en agua caliente, dando lugar a la infusión.
En la dinastía Tang (618-907 d.C.), el té se convirtió en una bebida de uso común, expandiéndose por toda China y posteriormente a Japón en el siglo IX, gracias a monjes budistas que lo llevaron como parte de sus rituales.
El té proviene de la planta Camellia sinensis, que tiene dos variedades principales:
Condiciones óptimas para el cultivo
Las principales regiones productoras incluyen China, India, Sri Lanka, Japón, Kenia y Vietnam.
El procesamiento varía según el tipo de té.
Té verde
Té negro
Té blanco
Té oolong
Té pu-erh (té fermentado)
Los principales productores de té en el mundo (según la FAO) son:
Los mayores consumidores de té incluyen:
El té ha evolucionado desde sus orígenes en China hasta convertirse en una bebida de importancia global. Su producción varía según la región y el tipo de té, y su comercialización sigue expandiéndose gracias a la demanda de productos naturales y saludables. Con nuevas tendencias como el té orgánico, las bebidas listas para tomar y el comercio electrónico, el mercado del té sigue creciendo, ofreciendo oportunidades para productores y consumidores en todo el mundo.